Mami, con su perspicacia y buen olfato, poco a poco nos mostró el camino del emprendimiento hasta hacernos un hueco en un país extraño pero que, a simple vista, se le antojó lleno de libertades y posibilidades.
Así, como si de una ventura se tratara, empezamos a construir este proyecto de vida que, más que proyecto de restauración estudiado y bien meditado, era un tirar palante y un: Claro que sí, mija… ¿Por qué no? ¡Vamos a hacerlo!
Mami es así, va dejando su impronta personal allá donde va…
Madrid, Tenerife, Sevilla y ahora Cádiz han sucumbido a los encantos y buen hacer de esta familia de mujeres cubanas que tienen por bandera el trabajo duro y honesto, a las que no se les caen los anillos por nada y que ahora gozan de un prestigio reconocido por los turistas de todas partes de Europa que veranean en la zona, además de los andaluces que ya se acercan desde Málaga o Sevilla simplemente a almorzar o a pasar el día en este espacio al que la magia lo inunda y que consigue llenar tu espíritu de la sabrosura y el aché (Don natural, suerte, poder) de los cubanos.